domingo, 10 de agosto de 2014

Video completo del Desfile y Gran Parada Militar del Perú

Usos sionistas modernos del antiguo tribalismo supremacista

Tamer Sarkis Fernández

El convencimiento Supremacista medular en el judaísmotestamentario (Torah en tanto que serie de manuscritos escritos en caldeo a un tiempo apropiativos y mistificadores de la memoria hebrea), corpus transfigurado e hipertrofiado después como judeo-talmudismo, era un Supremacismo limitado por su propio marco irracional de movimiento.

nino muerto Gaza jul 2014

Flotaba vaporosamente entre endogamia; entre “purismo” de Linaje yde presumida descendencia individual y familiar a partir de una u otra de las 12 tribus; entre profesión del Principio de “Doble Lealtad”; entre apartamiento; entre demarcación de fronteras con “el resto”; entre condicionamiento del negocio conjunto con el gentil a la sustracción de corrosiva cuota de interés a éste; entre mirada fría, calculadora y despectiva hacia la Terrenalidad “humana”, genuino nihilismo antropológico.

Resonaba envuelto en toda su mitología torahica de Salomón Rey de reyes; del Pueblo Elegido; de la promisión de Tierra; de las Plagas de Egipto; de la Génesis divina diferencial (contra la tergiversación cristiana posterior, aquello que Jehová crea con Adán y Eva no es al ser humano, sino exclusivamente a los ancestros de su “Pueblo Elegido”); del futuro Paraíso en la Tierra reinante sobre los gentiles o goyim o ganado; de los sucesivos Éxodos; del árabe hijo de Caín; de la identificación exclusivista del judío con los antiguos hebreos y con los antepasados tribales abrahámicos; etc.

Era un delirio milenario, ya marcadamente intemporal en la Modernidad y a fortiori tras la revolución científica, que había sido amasado remotamente entre las agrias entrañas de un puñado de Rabinos resentidos en su dulce “exilio” bajo Babilonia. Quienes atacaban mentalmente al Mundo con ánimo de armar ideológicamente un ataque real al Mundo, necesario a su hegemonización.

Aquí es conveniente introducir una matización de escepticismo, otorgando cierto beneficio de la duda a esos “exiliados” escribanos en caldeo a la sombra de imperiales Palacios neobabilonios: y es que “mucho fue lloviendo” desde que los manuscritos fueron compuestos por separado (finales del siglo IV a.C.), hasta que en la baja Edad Media se procediera a su compendio organizándose los fragmentos en un volumen único transcrito al griego; y habiendo, para más inri, Talmud y Mishna por medio.
nini atendido Gaza jul 2014

Así que, a lo mejor, los rabinos de Babel (Bab-El: literalmente, “Puerta de Dios”) no fueran después de todo los fundamentales mixtificadores del legado histórico hebreo trasvistiéndolo de fantasía sobre magnitudes político-territoriales propias, promisiones divinas del Nilo al Éufrates, avasallamiento de imperios, falsificaciones cronológicas en cuanto a la llegada y vida de los hebreos en Canaan, hiperbólicas exageraciones demográficas en la geografía humana y “étnica” de Judea e Israel, todo ello por no hablar de la burda equiparación trazada entre el ser hebreo y el yahvitismo (ni todos los hebreos consubstancializaron a El con Yahvé o Jehová, y ni muchísimo menos, a posteriori, todos los judíos tendrán ascendencia hebrea alguna), etc. Y les aligeramos “la carga” a esos rabinos, porque, en rigor, de los manuscritos originarios poca cosa fiable queda, así que no sabemos, entre estos y la aparición de la compactación medieval helenizada, quiénes fueron los mayores cuentistas ni cómo se superpusieron, se tacharon y se emborronaron unos a otros. Se me permitirá formular un sarcasmo a todo ello: el “Antiguo” Testamento, como libro unido, es unos cuantos siglos más reciente que el “Nuevo”, o Evangelios.

Pero la Cuestión que nos afecta llega cuando unos señores burgueses recogen en pleno siglo XIX “el gran balón” del Supremacismo, lo podan de antiguallas y lo revisten de pretendida cientificidad (una pseudoarqueología, una pseudohistoriografía antigua, una pseudoantropología, una pseudofilología y una pseudolingüística), relanzándolo a la nube ideológica con el nombre de Sionismo.

Este remake demarca el Punto de inflexión en la historia de la Metaideología judaica-talmúdica, puesto que tal Supremacismo reaparece inserto no ya bajo el antiguo marco de irracionalidad: una Psicología de masas, un gran Consuelo colectivo, un acicate de cohesión e identificación, un capricho, una concepción y valoración subjetivas nihilistas sobre la especie humana y su suerte y lugar, una guía para las relaciones sociales con el no-judío, quizá un sueño y una artimaña de consumar Venganza e imperar...

La Metaideología reaparece ahora, en cambio, ubicada en la Racionalidad de las fracciones judaicas Dominantes entre las burguesías monopolistas de Estado más poderosas del Planeta (GB, Países Bajos, Francia a través del cordón umbilical francmasón y particulamente napoleónico), auténticas creadoras y financieras del Sionismo. Dichas fracciones judeo-burguesas monopólicas (imperialistas), dotadas de un marcado “espíritu de cuerpo y conciencia de pertenencia común” (lo que el señor Norberto Ceresole llamaba idea de “ontología diferencial”), requieren de un Estado extenso (el Eretz Israel, “Del Nilo al Éufrates”).

Tal requisito burgués de “una tierra (falsamente) sin Pueblo para un Pueblo de hombres sin tierra” se debe a imperativos de Economía Política capitalista: Factores productivos. Fuerza de Trabajo. Capitales circulantes como el petróleo. Exportación de capitales y de instalaciones. Búsqueda de una entidad de la que valerse para desplegar una política exterior integral propia más aún si cabe que por medio de USA y Europa; etc.

mujeres nino herido gazaY tal requisito de territorialidad se debe, así mismo, a imperativos geopolíticos imperialistas: Ubicación militar. Dominio territorial. Control de pasos. Tráfico mercantil marítimo. Solventar contradicciones interimperialistas de marcaje del terreno al zarismo. Contrafuerte frente al rival Imperio otomano y pantalla armada, aunque finalmente esta contradicción queda solventada tras la Primera Guerra Mundial y la constitución de la Turquía kemalista.

Tenemos, pues, de un lado, al ancestral ensueño rabínico babilónico evocativo del mítico Israel “de los Reyes y de los Jueces” (Israel bíblico con Palestina actual, un pedazo del Líbano meridional y otro de la actual Jordania), donde las ovejas deberán volver a ser reunidas y volver a pacer, tal que con Moisés, como requisito premonitorio al Juicio yahvítico y a su provisión de la amplia Eretz Israel (tierra de Israel).

Este ensueño judeosalvacionista había sido y vuelto a ser “víctima” de extravío popular a través de la historia de los judíos:

A algunos soñadores se les había aparecido la figura de Sefarad (Península Ibérica). A los judíos portugueses, mal llamados “marranos”, Brasil. Para los comerciantes judíos colonizadores de la mano de Castilla y para sus descendientes, la tierra destino de la futura Aliyá (migración-Elevación) había sido Patagonia. Los (prepaleo)”sionistas” cristianos presbiterianos habían identificado en América la tierra de promisión y se habían creído ellos mismos los descendientes de los antiguos hebreos; el Pueblo Elegido. En fin, los judíos de Mallorca habían mirado al mar, al horizonte, hacia Livorno, con melancolía desde su “prisión”-gueto insular, creyendo tierra de Destino a esa ciudad italiana de liberalidad, de bien-estancia judía y de desarrollo mercantil.

El elemento común a todos estos mitos es que la re-unión geográfica en uno u otro punto precede a la venida del Mesías de los judíos (literalmente, “Salvador”), y, con él, al asentamiento de “las bases materiales” territoriales de la Hegemonía terrenal de estos, donde “cada especie de ser” comulga con “el verdadero lugar particular” que le ha sido conferido por Jehová en su Orden-Arquitectura Ideado.

Sin embargo, la teleología honda, Metahistórica (la Supremacía), se perdía una y otra vez en el horizonte, yéndose a borrar más allá de las más o menos acuciantes necesidades de asentamiento, de escapada, de huida, de refugio..., que primaban entre el vulgo.

La cuestión es que cuando la historia, y en concreto la evolución del Modo de Producción capitalista, inserta la premisa de la Aliyaa en una Racionalidad política de clase/”comunidad” (una superburguesía imperialista judaica plurinacional o “pluriPotencia”), precisamente es el viejo rabinismo posmundano el que no sirve para revincular a los “parientes de dios” (literalmente, “Israel”) con el Destino mundano que necesita dárseles y con el viaje en que se necesita embarcarles.

Lo hará el moderno sionismo. Y lo hará apelando más a un “pasado” pseudohistórico escrito en la Torah y manipulado con “Ciencia” y excavadores, donde a Salomón le rendían vasallaje y pleitesía desde los Faraones al Oeste hasta los protopersas al Este, que a ninguna teología de apariciones yahvíticas con regalos de un territorio acotado entre el Nilo y el llamado “”Río Grande” mesopotámico. Piénsese, sin ir más lejos, en esto:

bandera Israel

La bandera israelí enmarcará la estrella de David entre una franja azul superior y otra inferior, Nilo y Éufrates respectivamente; ello en el Estado con mayor proporción poblacional de ateísmo declarado (cerca del 45%). Considerable proporción tanto entre ateos como entre no-ateos inscribe a sus niños en una escuela talmúdica, donde, desde la más “tierna infancia”, el niño y después joven es educado en el ultrachovinismo, la cosmovisión de superioridad, el odio antropológico y la “virtud” de instrumentalización de la humanidad gentil. Se trata de un Estado no circunscrito a territorialidad nacional alguna, y que por lo tanto no se autoreconoce fronteras fijas (sino “sólo” aquéllas que “Yahvé” llegue a permitir al ocupante sionista según la particular formulación sionista del Mito de promisión de la tierra). Por lo mismo, no formula una figura de “ciudadanía” desde el Derecho Civil, sino desde una especie de derecho político-religioso estatal que reconoce como ciudadanos a todos los judíos del Mundo. Paralelamente, mientras en la Torah se afirma que Yahvé o Jehová promete la tierra a unas tribus y a sus descendientes consanguíneos por linaje (Genos) —y no a otros—, el Estadosionista-askhenazí discrimina (contratación laboral, distribución de vivienda y de hábitat, trato burocrático procedimental...) por ejemplo a los semitas sefardíes y no digamos ya a los semitas falasha (los askhenazim son de origen caucásico-turcomano).

Es el mismo Estado a quien no duelen prendas a la hora de financiar selectivamente a determinados judíos “ortodoxos” para su consagración plena al trabajo de estudio de la Torah y para el estudio paleográfico de vestigios escritos (por ejemplo, los citados manuscritos fragmentarios “torahicos” o quizás mejor decir prototorahicos). Y es que “quien paga manda”, y no cabe duda de que entre el Libro del judaísmo y el sionismo existen no pocas paradojas y contradicciones, que es asunto de Estado “conciliar”.

Fusión sintética, pues, de la dialéctica Sionismo-teología talmúdica:
  • A. La vertiente más apocalítica-salvacionista en el judaísmo y sus tradiciones idiosincrásicas más Supremacistas: “mero” caudal-instrumento usado y redimensionado por el Capital financiero y su Sionismo.
  • B. Pero, simétricamente, el Sionismo: “mero” rostro ideológico ubicado dentro de la Metaideología judeo-salvacionista que, realizando en la historia el Mito de “Israel” al procurar su materialización en estructura político-militar, lo que crea en última instancia es...
  • C. El Estado de Israel. Un punto de asidero, un dispositivo físico violento y poderoso; paso de gigante (pero paso al fin y al cabo: medio, mecanismo, Gólem, artilugio) en el camino hacia la realización de la propia MetaIdeología hegemonista cuyo alcance e implicaciones son mundiales (este alcance e implicaciones versan de afianzar definitivamente y desarrollar unas relaciones de poder concretas en el seno de la humanidad).
  • Semisecularización sionista del Supremacismo. Una ideología para un Estado. Un Estado para catalizar la materialización (como Mundo a medida) de la Metaideología supremacista
A tenor de todas estas consideraciones, se comprenderá por qué el Sionismo se presenta ante “su mercado” vestido con una dualidad teológico-secular:
De un lado mantiene la Idea-Fuerza de la tierra prometida al Pueblo Elegido (de ahí su mismo nombre en “rememoración” del Monte Sión en Jerusalén, donde Jehová sella el Pacto Abrahámico).

Pero a la vez aspira a movilizar a un público “modernizado” y al menos parcialmente “desmitificado”, de modo que redefine la Al-Aliyá (Migración y asentamiento en “Tierra Santa” previa al Armaghedon) en términos más bien de regresomundano y profano al supuesto “lugar de procedencia”.

Este elemento último de ruptura laicista guarda total coherencia con la Racionalidad imperialista del sionismo, pues, así como los rabinos del judeo-supremacismo pueden esperar, con su resentimiento a cuestas, la estruendosa restitución del Reino de Israel por Jehová, la burguesía monopolista de Estado no puede esperar.

De esta dualidad postmundana-intramundana descrita, resulta la conservación-”actualización” de la premisa de “Ontología diferencial” del judío (y más ante los candidatos árabes a ser ocupados; los “ahbaroshim” en la Torah, o “ratas”).

Premisa, esa, a la que sin embargo se superpone un chovinismo nacionalista “moderno” de ser Luz de Progreso “occidental” sobre Oriente Medio, casando por lo demás con el Zeitgeist evolucionista propio del Colonialismo (“ir a sacar a los árabes del Salvajismo”). Y a lo que cabe añadir, en fin, el acervo ideológico de darwinismo social (auténtico “alma dúplice” de la competencia capitalista e interimperialista), que servirá para dar solidez a la treta-paranoia victimista de no supervivencia, con la consabida aportación de “su granito de arena” por parte del judaísmo y sus pasajes narrativos torahicos de “la persecución de los hebreos en el Egipto faraónico”, “el horno de Nabucodonosor”, etc.

Así, pues, ya no la tradicional hostilidad milenaria, sino ambigüedad de ésta con un Paternalismo “amigo” en pro de rescatar de sí mismo al lugareño (salvacionismo, pues, también “de los demás” y cargado de “misioneril filantropía”, al fin y al cabo muy en la matriz del judeocristianismo).

A corriente de este impulso de urgencia de Estado por parte de las burguesías judías, prolifera la financiación de asentamientos y migraciones por medio de organizaciones sionistas y de su “Consejo Mundial Judío” en lo que va del siglo XIX a principios del XX.

Una de las dos grandes trayectorias de migración parte de Rusia. La otra trayectoria (que tiene por sujetos principales a judíos ashkenazim) parte desde territorio imperial Otomano o desde Europa debiendo atravesar igualmente el Imperio Otomano para llegar a Palestina (Provincia de ese Imperio en aquel entonces).

ninos gaza asustadosDicho proceso topa con contradicciones, como las intermitentes negativas otomanas a la judaización de Palestina. Sin ir más lejos, el 7 de septiembre de 1911 el Gran Sultán Abd-El-Hamid II reacciona furiosamente ante las organizaciones sionistas “internacionales” cuando le piden permiso para colonizar Palestina. Procede al encarcelamiento de varios miembros de la delegación y ordena impedir el desbordamiento de inmigración judía al Imperio Otomano (inmigración “de paso” en esa clave táctica sionista).

Como la continuación del proceso es materia de “matrimonio de conveniencia” entre el Imperio británico y el Sionismo, los segundos redoblarán a partir de 1917 el financiamiento a la victoria de los primeros en la guerra, mientras los primeros prometen Israel. Derrotados los Otomanos, el tránsito migratorio se desbloquea (y será auspiciado por Ataturk), al tiempo que la colonización tiene vía libre en una Palestina por lo demás transferida a Inglaterra.

Bajo cobijo británico, el Sionismo irá “acumulando fuerzas” en Palestina (asentamientos, expropiación de hábitats, demolición de pueblos enteros de fel.laahs —campesinos— palestinos, robo de tierras, fijación de monopolios sobre cultivos, aumento poblacional judío promovido por la propia Alemania nazi y la fletación de titánicos barcos hacia Palestina...).

Casi treinta años después de la victoria inglesa en la Primera Guerra Mundial, termina la Segunda y de ahí surge un nuevo marco de relaciones: el Hegemonismo y la Guerra Fría. La idea de materializar Israel entronca esta vez con las necesidades del Imperialismo hegemonista USA en tal contexto.

Este entroncamiento también es atribuible, cómo no, a la amplia y poderosa composición humana judaica en el carácter de clase dominante en los Estados Unidos (no importa para el caso si liberal-”izquierdista” en la Costa Este, republicana y conservadora en las Bolsas de valores o derechista extrema judeomesiánica fundamentalista en la Costa Oeste).

Tampoco cabe desdeñar a esos mismos efectos, que en USA importantísimas capas al interior de la burguesía monopolista de Estado NO judaica profesen el llamado “sionismo cristiano” característico del calvinismo evangélico; credo religioso que asume el Imperativo de congregar a los judíos en “Israel” como condición a su conversión al cristianismo y a ser perdonados y redimidos en el Juicio Final.

En esos tiempos, Stalin pecará de oportunismo al ver en Israel la ocasión de oro para “sacudirse de encima” a la propia oposición sionista-revisionista interior. No olvidemos que anteriormente el mismo Stalin se había propuesto ensayar un Plan para “territorializar” y controlar a fracciones judías dominantes dentro de la protoburguesía burocrática en germen y formación. El Plan, que no llegó a avanzarse, había de desenvolverse concentrando al judaísmo en el extremo oriental de la URSS y dotándolo de una República con total autonomía de gestión en materia política cultural y religiosa, aunque no económica.

Con el padrinazgo de las dos “Superpotencias” y británico, y generoso suministro de armamento checoslovaco a partir de 1945 al terrorismo sionista operante en Palestina, Israel queda creado en 1948 (sólo dos años después, por cierto, de la independencia colonial siria).

Decenios atrás, el colonialismo inglés y el francés se habían repartido Siria (Tratado Sykes-Picot, 1916), blindando el despedazamiento de este país bajo el prisma —cómo no— de velar por la seguridad del futuro Israel, ya por entonces en proyecto colonial concertado con el sionismo (y enseguida concretado en la Declaración Balfour, 1917). Así, la Siria meridional (Jordania) había sido escindida y transformada en otra unidad colonialmente administrada (y unidad política “independiente” después, ya fuera del colonialismo directo, 1946). En tal mismo sentido, Siria había resultado separada de la mayor parte de su franja litoral (el Líbano es creado, como unidad colonial “aparte”, en 1921. Bandera fundacional francesa a la que se añade un evocativo cedro “de Fenicia”). Ingleses y franceses proceden, en fin, a trocear en 1923 la Siria que quedaba sin repartir.

Esta cadena de operaciones de cirugía geopolítica habría de suponerle a Israel resguardo fronterizo, así como desarticulación de cualquier perspectiva futura de concertar, desde la unidad político-administrativa siria, recursos, Fuerzas Productivas, defensa, inversiones, desarrollo..., amenazantes a la hegemonía y a la misma existencia del aparato sionista.





Intelectuales italianos piden un 'juicio de Núremberg' a Israel

Cientos de italianos han firmado una petición, redactada por varios intelectuales, en la cual exigen un "juicio de Núremberg" contra las autoridades del régimen de Israel por los crímenes cometidos contra el pueblo palestino.
destruccion Gaza jul 2014
 La nota que hasta el momento ha sido firmada por más de 500 personas, en su mayoría académicos, pide la creación de un tribunal internacional para juzgar a todos los dirigentes israelíes.
Además de acusar al régimen de Tel Aviv de cometer un "lento genocidio" en Palestina, el texto tilda de "colonial" y "limpieza étnica" la política del citado régimen hacia los palestinos.
A juicio de los firmantes, los funcionarios israelíes merecen un proceso judicial por crímenes de guerra, similar a los Juicios de Núremberg, ya que algunos de sus métodos son "heredados del Tercer Reich".
Los juicios de Núremberg fueron un conjunto de procesos jurisdiccionales emprendidos por iniciativa de las naciones aliadas vencedoras al final de la Segunda Guerra Mundial, en los que se determinaron y sancionaron a dirigentes del régimen de Adolf Hitler por cometer crímenes y abusos contra la Humanidad en nombre del III Reich alemán a partir del 1 de septiembre de 1939 hasta la caída de Alemania en mayo de 1945.
El documento también condena el "constante" apoyo del Gobierno de Estados Unidos al régimen de Israel en sus agresiones contra el enclave costero palestino.
De igual manera, denuncia la "complicidad activa o pasiva" sostenida por la Unión Europea (UE) en la ofensiva israelí contra la nación indefensa palestina.
Asimismo, deplora el fracaso de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en su intento de frenar los ataques mortales israelíes a la bloqueada Gaza.
Por su parte, la ministra de Asuntos Exteriores italiana, Federica Mogherini, condenó el lunes las ofensivas del régimen israelí contra los niños palestinos y los centros de la ONU en Gaza y exigió poner fin a esas atrocidades.
Hace 31 días el régimen israelí comenzó una ofensiva militar contra el enclave costero que ha dejado 1886 palestinos muertos, entre ellos 400 niños, y otros 9806 heridos, la mayoría civiles.
HispanTV, 07.09.2014

Sionistas buscan materializar el sueño del Gran Israel en Iraq

Yusuf Fernandez
Recientemente, el periodista estadounidense Wayne Madsen publicó un artículo en su sitio web donde describe con detalle las políticas expansionistas de Israel en Iraq y confirma que Israel aspira a controlar una parte de Iraq con el fin de materializar su sueño del Gran Israel que viene cristalizado en su propia bandera, cuyas dos franjas azules representan los ríos Nilo y Eufrates1, que delimitan lo que los planificadores sionistas buscaban en su día, es decir, el establecimiento de un Gran Israel que englobara la mayor parte de las tierras de Oriente Medio, incluyendo territorios que pertenecen en la actualidad a la Palestina ocupada, Líbano, Siria, Jordania, Egipto e Iraq2.


Escudo del Mossad. Dice en hebreo: “Y la salvación [está] en la abundancia de consejo / Sin estratagemas caerá el pueblo”.
Aunque algunos creen que los dirigentes israelíes han abandonado este proyecto, lo cierto es que el régimen sionista lo mantiene vivo y busca materializarlo a largo plazo. En su informe, Madsen describe la transferencia de judíos kurdos desde Israel a la provincia de Nínive y su capital, Mosul, en el norte de Iraq, bajo el camuflaje de visitas a antiguos mausoleos judíos.
El reportaje también indica que estos individuos, que tienen la nacionalidad israelí, han estado comprando tierras3 en la zona desde la invasión de Iraq por parte de EE. UU. en 2003. El informe señala que agentes del Mossad israelí han lanzado, junto con grupos de mercenarios, ataques contra los cristianos caldeos y asirios en Mosul, Erbil y otras ciudades con el fin de desplazarlos por la fuerza y apoderarse de sus tierras que califican de “tierras judías bíblicas”. El plan sionista es situar a judíos kurdos en esta región para reemplazar a aquellos. El antiguo ministro de Defensa y de Infraestructuras de Israel, Benyamin Ben Eliezer, un judío de origen iraquí que nació en la provincia de Basora, supervisa la visita de delegaciones “religiosas” israelíes a dichos territorios.
Según Madsen, los líderes de los partidos kurdos, Yalal Talabani (de la Unión Patriótica Kurda) y Massud Barzani (del Partido Democrático Kurdo), son conscientes de estos planes y cooperan con ellos. Él señala que este proceso representa “una repetición del proceso de la expulsión de la población autóctona palestina de su territorio en los días del Mandato Británico, antes y después de la Segunda Guerra Mundial, y el reasentamiento de los sionistas en su lugar.”
Un estudio del centro de investigación iraquí Dar Babel habla de la infiltración israelí en este país en algunos aspectos de la política, la economía y la seguridad. Él señala que el Mossad instaló un “Centro para el Estudio de la Prensa Árabe” en la séptima planta del Hotel ar-Rashid en la Zona Verde de Bagdad desde donde espió las conversaciones telefónicas de diputados y responsables iraquíes. El espionaje israelí se centra también en científicos, profesores de universidad y pilotos iraquíes y actúa para eliminarlos. El periódico israelí Yediot Aharonot abrió también una oficina en el mencionado hotel en 2005 y otra en la ciudad kurda de Arbil.
El estudio confirma la presencia de 85 individuos, israelíes o judíos estadounidenses situados en la Embajada de EE. UU. en Bagdad, que vigilan las actividades de los ministerios e instituciones iraquíes, incluyendo el Ejército y los servicios de seguridad. También se refiere a la presencia de un gran número de compañías israelíes o multinacionales con presencia israelí que operan en Iraq directamente o a través de oficinas e instituciones en esta capital árabe, incluyendo empresas de seguridad. En el sector del petróleo opera la compañía Bazan, encabezada por el israelí Ben Mordechai, que busca firmar un contrato con las autoridades kurdas del norte de Iraq para exportar petróleo de Kirkuk hacia Israel.
Desde el inicio de la ocupación de Iraq, en 2003, el Mossad ha preparado a cuadros de las milicias kurdas, los peshmerga, y de los partidos kurdos con el fin de alentar la independencia del Kurdistán con respecto a Iraq. Israel ha proporcionado entrenamiento a las milicias kurdas y busca utilizarlas para desplazar a los árabes de las zonas en que residen en el Kurdistán iraquí.
EE. UU., por su parte, ha presionado al gobierno de Maliki para que abra una sinagoga en el sur de Iraq a visitantes judíos, incluyendo israelíes. El informe señala que Ahmad Chalabi, un conocido político iraquí vinculado a sectoresneocon estadounidenses y a sectores del lobby sionista, participa en los proyectos israelíes y coordina la visita de las delegaciones israelíes, con las que se ha reunido a menudo, a Bagdad.
Al-Manar, Beirut 10-07-2014
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1 En la Biblia, en Génesis 15: 18, leemos: “Ese día Jehová hizo un pacto con Abraham diciendo: ‘A tus descendientes he dado estas tierras, desde el río de Egipto [Nilo] hasta el gran río, el río Éufrates’”. Lo lamentable de esto es que el dios de los judíos, Jehová, ofrece a Abraham esas tierras como si estuviesen deshabitadas, o sea, todo un despojo. Por eso Jesús, en el Nuevo Testamento, ni una sola vez menciona a Jehová; de igual modo, el Corán tampoco lo nombra.
2 Para cumplir este propósito, EE. UU. e Israel fomentar el caos armado que lleve a la división de cada país islámico en pequeños estados. La respuesta geopolítica de Irán y Rusia es oponerse y preservar la integridad de los estados árabes existentes. Leer Irán y Rusia acuerdan luchar conjuntamente contra el terrorismo en Iraq
3 Esta compra de tierras fue posible porque Iraq estaba ocupado militarmente por EE. UU., que es aliado de Israel. En el Perú Chile enemigo adquiere tierras aprovechando la capitulación militar y la corrupción de empresarios y políticos. Ese grave peligro debe evitarse expulsando a los chilenos de la propiedad de tierras agrícolas. [Nota de Con nuestro Perú.]

Usurpación del Nilo al Éufrates
“La Biblia (esto es, la Toráh) declara que la Tierra Santa se extiende ‘desde el río de Egipto hasta el río Éufrates’. Quienquiera que haya reescrito la Biblia para insertar esta falsedad lo hizo casi con seguridad porque los judíos vivieron en el fértil Delta del Nilo durante 400 años, y porque fueron esclavizados en Iraq (Babilonia) durante largo tiempo.”


El “Plan Yinón”: Cómo Israel quiere reconfigurar el mundo árabe

Israel, que se hace pasar por una víctima de las tensiones en el mundo árabe, en realidad está interesado en el caos en la zona y puede ser la fuerza que orquesta estos acontecimientos, según lo afirma una historiadora rusa.
Con el inicio de la primavera árabe, cuyas consecuencias se sienten hasta hoy día, en la sociedad se levantó la cuestión del futuro de Israel. En la aplastante mayoría de los casos, Israel figuraba en los medios occidentales como una víctima del caos en la región.
“En 2012, cuando Palestina pidió el reconocimiento de la ONU, los medios occidentales denunciaban a coro ‘la traición’ de EE. UU. que entregaba el Estado hebreo a los islamistas. Ahora, cuando lo absurdo de esta idea ya es evidente para todos, se hace hincapié en la 'amenaza mortal’ a Israel que proviene desde Irán, que crece por las tensiones en Siria”, denuncia la historiadora Olga Chetverikova. 
No obstante, “cada vez se deja silenciado lo más importante: el profundo interés de Israel en la desestabilización de la situación en los países vecinos del mundo musulmán y de fomentar la guerra en Siria”, dice Olga Chetverikova.

“No solo vamos a ‘comprar’ a la elite árabe, sino le daremos de comer de la mano”

Este interés de Israel no es ningún secreto para los expertos y sus causas han sido reveladas ya en 2011 por uno de los creadores de la influyente doctrina del “hipersionismo”, el rabino Abraham Shmulévich.   

“El mundo musulmán se someterá en caos y esto será un factor positivo para Israel. El caos es el mejor momento para tomar el control. Ahora hay una lucha sobre quién será el líder espiritual de la humanidad: Roma [Occidente] o Israel [...]. Ahora tenemos que tomar un control total. No solo vamos a ‘comprar’ a la elite árabe, sino le daremos de comer de la mano*, la educaremos. La persona que recibe la libertad, al mismo tiempo, debe recibir instrucciones de cómo usar esta libertad. Y esta instrucción la vamos a escribir a la humanidad nosotros, los judíos [...]. El florecimiento del pueblo hebreo viene del fuego de las revoluciones árabes”, escribió
 
“Se podría pensar que Shmulévich es un marginal, pero no es así, ya que repite las ideas básicas contenidas en el plan estratégico de las elites israelíes, que se conoce como el “Plan Yinón”, escrito en 1982”, revela la historiadora Olga Chetverikova, refiriéndose a una continuación de la estratagema británica en Oriente Medio, un plan israelí para asegurar la superioridad estratégica de este país.

“Una estrategia perseverante de dislocación del mundo árabe” 

El texto del “Plan Yinón” fue escrito por Oded Yinón, un funcionario del Ministerio israelí de Asuntos Exteriores, lleva el título de “Una estrategia perseverante de dislocación del mundo árabe” y trata del desmembramiento generalizado de ese conjunto geográfico. Este plan estipula que Israel debe volver a configurar su entorno geopolítico a través de la balcanización del Oriente Medio y los países árabes en estados más pequeños y débiles.  

“El ‘Plan Yinón’ estipula las posibilidades para cambiar la situación que Israel tenía que realizar en los próximos años”, dice Chetverikova. 
Israel crea el caos en el mundo musulmán con manos ajenas, actuando a través de las fuerzas de seguridad y apoyando el mito de que es una “víctima del islamismo” 
Con respecto a la península egipcia del Sinaí, en el plan se trata de recuperar el control sobre esta zona como una reserva estratégica, económica y energética de largo plazo. “Egipto, con su actual situación política interna, ya es un cadáver, sobre todo si se toma en cuenta el creciente conflicto entre los musulmanes y cristianos. La descomposición de Egipto en las diferentes regiones geográficas es un objetivo político de Israel”, dice el texto del “Plan Yinón”. 

Hablando del frente oriental de Israel, el “Plan Yinón” dice: “La desintegración completa del Líbano en cinco provincias servirá como precedente para todo el mundo árabe”.  “Un colapso de Siria e Irak más tarde en las zonas étnica o religiosamente únicas como en el Líbano, es la principal preocupación a largo plazo de Israel en el frente oriental, mientras que la desaparición del poder militar de estos países es un desafío en el corto plazo. Siria se descompondrá según su estructura étnica y religiosa en diversos estados, como está ocurriendo actualmente en el Líbano, por lo que habrá un estado shiita-alauí en el área de Alepo y otro estado sunita aflorará en Damasco”, reza el plan. 

Irak, por un lado, rico en petróleo, y, por otro lado, desgarrado por los conflictos internos, es un candidato garantizado para el logro de los objetivos de Israel. Su decadencia para nosotros es más importante que el colapso de Siria”, señala el “Plan Yinón”. 

Según el documento hebreo, la península Arábiga es un barril de pólvora a punto de explotar. Subraya que todos sus regímenes son frágiles y no pueden sobrevivir sin Estados Unidos y el patrocinio extranjero. “Toda la península Arábiga es un candidato natural a la disolución debido a presiones internas y externas; y eso es inevitable, especialmente en Arabia Saudita”, se expone en el texto.  

“En cuanto al planeado ‘caos en el mundo musulmán’, Israel lo crea con manos ajenas, actuando únicamente a través de las fuerzas de seguridad y apoyando el mito de que es una 'víctima del islamismo’”, resume Chetverikova.
Russia Today en Español, 02-11-2013

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